Historia del rebozo


Nosotros no inventamos el rebozo o fular, ni quien se diga haberlo hecho. 
Cada país o región del mundo tiene una manera tradicional de cargar a sus bebés diseñada para satisfacer sus necesidades particulares, es decir, según el clima (caliente/frío), el tipo de trabajo que realizan las madres, motivos culturales y sociales o regionales.  

El rebozo ¡mami cárgame!® tiene el principio básico del rebozo mexicano, con la ventaja de ser 3 veces más largo,  el modo de colocarse tiene orígenes de estructura de los cargadores asiáticos.

Existen desde hace mucho tiempo, y la idea actual de cargar a los bebés en lugar de solo dejarlos en la cuna fue del Dr. Sears, pediatra y escritor de muchos libros sobre cuidado de los niños, sin embargo la mayor parte de los mexicanos tenemos la fortuna de haber sido criados en rebozo, y nuestras mujeres conservan y transmiten su uso a las siguientes generaciones.

Hay en el mercado mundial muchas marcas y modelos, la mayoría bajo el principio de equilibrar el peso del bebé sobre el cuerpo de la madre. Lo importante es que donde lo compres, aunque incluya instructivo, te enseñen a usarlo y a manejar bien las reglas de seguridad para que la experiencia sea exitosa.




México
Se usa el Rebozo, es una pieza de tela tejida; atada sobre un hombro, que te permite una variedad de formas para proporcionar diferentes posiciones de carga como envoltura para recién nacido, bebé al frente, de lado y en la espalda,también se utiliza durante el trabajo de parto para ayudar a la madre en varias posiciones para acomodar a su bebé. A veces es llamado Chal, en función de la longitud.



Perú . Guatemala . Bolivia
Usan una manta,parraje ó awayo. Es un gran rectángulo de tela tejida doblada por la mitad y atado en un nudo en el pecho de la madre. El bebé es llevado en la espalda.



Alaska
Se utiliza el Amauti que es una chaqueta del ártico muy gruesa, hecha con pieles de animales, y el bebé va sujetado sobre la espalda de la mamá por debajo del capote de gran tamaño.



Nueva Guinea
Las madres utilizan un Bilum, que es una bolsa muy colorida de red con el bebé dentro, sosteniéndola con la frente colgando hacia la espalda, o cargándola hacia adelante.



Indonesia
Se utiliza un Selendang que es una manta larga adornada. Se puede cargar al bebé a la cadera o espalda.



Asia
Usan una gran variedad para transportar a sus bebés, incluidos Mei -tai / Hmong / Bei(China), Onbuhimo (Japón), Podaegi (Corea),  que son un conjunto de correas largas y cuadros de tela que van sobre los hombros y debajo de los brazos para sostener al bebé en la espalda.



Europa . Inglaterra
Las mamás solían llevar a sus bebés en mantas cálidas estampadas a cuadros, llamadas 'Siol Fagu' (manta de crianza) a manera de envoltura para el bebé.



África
Es común el uso de una 'Khanga' que es una pieza corta cuadrada de tela atada alrededor del torso, para que el bebé sea cargado en la espalda, sobre la cintura.





Agradecimiento a la Maestra Martha Ríos de Molina coordinadora y curadora del Museo Colección de la Indumentaria Mexicana Luis Márquez Romay, de La Universidad del Claustro de Sor Juana.


Antecedentes del rebozo actual

El rebozo es una prenda estrechamente ligada a la historia de México. Sus antecedentes se remontan a la época prehispánica, a las tilmas ó ayates (prenda en forma de manta tejida con fibras de ixtle, henequén, maguey ó algodón) que usaban los indígenas para abrigarse y como auxiliares para transportar cosas, y eran utilizadas tanto por hombres como por mujeres.

La primer raíz del rebozo data de la época prehispánica con el mamal o mamatl (prenda tejida en telar de cintura)  y se puede observar en los diversos códices (documentos de la conquista española) donde se describe a “la mujer indígena que se cubría con una manta muy fina desde la cabeza hasta media pierna”. Se encuentra también en piezas talladas en piedra donde se puede apreciar su uso.
Se utilizaban como elemento monetario ó para pagar tributos, comerciaban con ellos,  teniéndolos en gran estima si eran teñidos o con adornos en sus tejidos,  eran usados en las labores domésticas, para aligerar el peso de la carga, y para cargar a niños pequeños sobre la espalda, incluso se tenía un uso ritual porque servía para cargar a la novia hasta la casa del novio el día de su matrimonio.

Encontramos la segunda raíz del rebozo con la llegada de los españoles, que introdujeron la lana y la seda, así como la rueca y el telar de pedales, por lo que las antiguas mantas y ayates sufrieron transformaciones, tomadas del mantón ó pañolón europeo y el chal ó saris de la India, asociadas a la introducción de la religión católica por parte de los misioneros, ya que las mujeres tenían prohibido entrar a las iglesias con la cabeza descubierta. Pero toda la cosmovisión indígena está plasmada en los rebozos, a veces escondida por la imposición española, pero ahí prevalece. Incluso se legisló sobre la hechura de rebozos en el año 1757.

A toda esta transformación debemos el rebozo actual, al que se le fue modificando el tamaño, los colores según la región donde se confeccionaban, y el rapacejo (bordado, tejido ó anudado complejo y específico que llevan los extremos) que tiene diversos dibujos con formas geométricas, de animales  y flores, como reminiscencia de los brocados de pluma en el arte textil indígena. También recibe diversos nombres dependiendo del dibujo y colores del cuerpo del rebozo. Tenemos el poblano, salomónico,  de la sierra, dorado, columbino, calandrio, entre otros. Los llamados rebozos de bolita, hechos con seda en Santa María del Río, San Luis Potosí, pesan 750 gramos y pueden pasar por un anillo; cuentan con 7,200 hilos en la urdimbre (hilos que van a lo largo) y con mucho mayor número de tramas.
Las medidas de un rebozo son:
Normal 3.60 metros
Mediano 2.80 metros
Chico 2.20 metros
Las chalinas suelen ser rebozos de un solo color.
Se tejen en el llamado Telar de cintura y su confección tradicional tarda de acuerdo al grado de dificultad del dibujo o colores que se desean, incluso para realizar un rapacejo se pueden tardar de 20 a 30 días.

Para el siglo XVIII esta prenda se encontraba ya en el uso común de las mujeres. El segundo Conde de Revillagigedo se refiere a ella como: “Lo llevan sin exceptuar, ni aun las monjas, las señoras principales y ricas, hasta las más infelices y pobres del bajo pueblo; usan de él como mantilla, como manteleta en los estratos, en los paseos y aun en las visitas, se lo tercian, se lo ponen en la cabeza, se embozan con él y lo atan y anudan alrededor del cuerpo; unos son tejidos solamente de algodón, otros tienen mezcla de seda, y algunos también llevan listas de oro y plata; los más ricos están, además, bordados con otros metales y sedas de colores, de lo cual resulta una variedad de precios que según la calidad del hilado, del tejido, de la labor de la materia y del bordado; todo hecho con las manos expertas...”
El rebozo durante el siglo XIX era ya una prenda distintiva de la indumentaria mexicana en general. En retratos, litografías y pinturas de la época, se aprecia a las mujeres mexicanas portando rebozos que hoy se pueden identificar como clásicos, es decir, teñidos y rapacejos cada vez más elaborados.

Las evidencias del uso constante del rebozo se lograron durante la Revolución a principios del siglo XX. La causa, es simple: llegaron las imágenes a través de la foto y el cine. Antes, es casi imposible comprobar los estilos que se usaban. “Ya en la Revolución se nota que todo México usa el rebozo: la mujeres ricas, las pobres, las soldaderas ó Adelitas(soldaderas mexicanas revolucionarias), envueltas en su rebozo, cargan por igual al crío y las municiones.. De ahí se origina el nombre de bandolera.

Entre la gran variedad de usos del rebozo, esta prenda femenina también era parte del atuendo para el baile de los sones y jarabes (bailes mexicanos tradicionales).

Como una prenda representativa mexicana, el rebozo ha sido ensalzado en las artes.
La famosa pintora mexicana Frida Khalo los usó frecuentemente en sus autorretratos.

El rebozo ha sido objeto de canciones de todo tipo, como la célebre patita (canción infantil de Francisco Gabilondo Soler Cri-cri) que no salía al mercado sin canasta ni rebozo de bolita, La del Rebozo Blanco de Rubén Fuentes y Rafael Cárdenas, Aires del Mayab de Pepe Domínguez,  y como tema en la cinematografía nacional, en películas como Río EscondidoMaría CandelariaPueblerina y, El rebozo de Soledad.

En poemas y leyendas como la del Señor de los Rebozos, cuya imagen se puede venerar en el Templo de Santo Domingo, en la Ciudad de México.
 La leyenda narra la historia de una monja dominica muy humilde y fervorosa que tenía por costumbre visitar diariamente la imagen de un Jesús Nazareno con la cruz a cuestas y pasaba largas horas ante él, orando.
Al paso del tiempo la monja enfermó y su corazón se llenó de tristeza al pensar que no podría realizar su acostumbrada visita al Cristo, oró tanto por poder verla y entonces se le apareció la imagen y después de bendecir a la monja por estar sola y enferma, el Nazareno se disponía a salir, pero esa noche había caído una tormenta y la monja le dijo – Señor, no salgas, ¿Cómo ha de mojar la lluvia tu sacrosanta belleza?, pero nada tengo que ofrecerte, mira cuan pobre es tu sierva, pero toma este rebozo de mi santo amor en prenda.- y le cubrió la cabeza.
A la mañana siguiente, las demás religiosas encontraron a la hermana muerta, mientras que en la iglesia, detrás de su nicho el Cristo mostraba sobre sus hombros el rebozo de la monja muerta, se corrió entonces la noticia y es costumbre que, el primer viernes de marzo de cada año, se le puede ofrecer un rebozo a cambio de gracias y favores.

Año con año se realizan exposiciones temporales que pretenden dar a conocer el valor de esta pieza, que identifica a la mujer mexicana a nivel mundial, con el fin de retomarla nuevamente.
 Hoy en día, el rebozo más célebre no existe en ningún museo o colección particular sino en el imaginario mundial.

Como puedes observar, el rebozo actual, producto del mestizaje, forma parte de la nuestra indumentaria, es una prenda característica de la mujer mexicana desde hace un poco más de 500 años, sin embargo, su uso ha disminuido entre las mujeres de las ciudades y por el contrario, se ha extendido entre muchos de los grupos indígenas y campesinos y que además dominan con gracia. Se emplea para transportar a los hijos pequeños o para llevar en él otras cargas. Es una prenda de lujo y de recato al mismo tiempo.
 En muchos lugares, se usa para fiestas y celebraciones especiales, como complemento del vestido.

 Sin embargo el uso del rebozo ha sido resaltado más allá del objeto, el mérito del rebozo está en lo que simboliza. En él están contenidos los valores de identidad de México y la figura materna. Es, sin duda, una herramienta de comodidad para el embarazo, el instrumento reconfortante durante el trabajo de parto, y el medio de transporte para el recién nacido.

 Si bien el uso del rebozo como medida de confort, no ha sido documentado científicamente, sí existe evidencia científica de los resultados favorables con el movimiento, cambio de posiciones, balanceo pélvico y posiciones verticales de la mujer durante el parto. Especialmente para aquellas mujeres que tienen dolores de espalda durante el parto, el rebozo es una buena ayuda, empleando técnicas como la manteada y la sobada.

El uso del rebozo durante el trabajo de parto

Para usar un rebozo en el trabajo de parto, tiene que ser alguien que sepa cómo hacerlo, de otra forma puede ser peligroso. Hay parteras, comadronas ó doulas que lo usan para estimular al bebé para que se mueva si está mal colocado, con el fin de lograr un parto más fácil. Este “tratamiento” se ha usado desde tiempos ancestrales mediante una técnica, conocida con el nombre de "manteada", la partera realiza una serie de movimientos con el fin de relajar a la mujer para que se sienta más cómoda y confiada; luego procede a corregir la posición del feto con la ayuda del rebozo y una serie de técnicas especiales de masaje en el abdomen y la cadera que se conoce con el nombre de "sobada". Así, en una combinación de masajes y movimientos realizados con el rebozo, "acomoda" al bebé que ha de nacer. La partera normalmente utiliza esta técnica antes de que ocurra el parto; pero también puede recurrir a ella durante el trabajo de parto mismo.

La Manteada

Es el procedimiento mediante el cual la partera utiliza una manta ó rebozo, el cual es sostenido por los cuatro extremos, por medio del cual se zarandea a la mujer embarazada a fin de acomodar al niño(a) a modo que se encaje el niño en el cinturón pélvico. Esta técnica es muy utilizada en zonas rurales del Estado de Morelos. Se le ha asociado también con los baños de vapor o temazcalli; lo mismo que con los baños de plantas medicinales que la partera realiza con la parturienta. Mejía González Marcial Antonio, en referencia alDiccionario Enciclopédico de la Medicina Tradicional Mexicana (INI, 1994) da la siguiente definición sobre la manteada, método terapéutico tradicional: Procedimiento utilizado por las parteras durante el embarazo para favorecer el nacimiento del niño, así como también para reacomodar órganos desplazados, como caída de matriz y dislocación de huesos.

Medidas de confort durante el trabajo de parto según Guadalupe Trueba, partera.

-La presión ligera del rebozo que se coloca como turbante alrededor de la cabeza, junto con la estimulación de puntos de presión en la nuca, afloja la tensión y disminuye distractores externos (ruidos, luces, etc.) logrando así un medio ideal para la visualización mediante imágenes positivas de una experiencia de parto normal y natural.
-La contrapresión que se ejerza con el rebozo sobre los huesos ilíacos puede disminuir el dolor cuando la mujer siente la necesidad de presionarse la cadera, durante las contracciones o entre éstas.
-Las parturientas que se quejan de dolor excesivo en la región lumbar, encuentran efectiva la estimulación de termoreceptores (mediante compresas frías o calientes). El rebozo puede sostener cómodamente una bolsa de hielo envuelta en una toalla y disminuir la sensación de dolor.
-Las mujeres durante el trabajo de parto, sienten la necesidad de sostenerse la parte baja del abdomen cuando se encuentran de pie. El Rebozo puede servir para que su pareja le sostenga el abdomen mientras realizan juntos un "baile lento" que promueve una mayor efectividad de las contracciones uterinas y el progreso del parto.
Cuando el trabajo de parto se inicia con la cabeza del bebé en posición posterior, el parto suele ser más largo, cansado y doloroso para la madre. Movimientos de la pelvis y ciertas posiciones adoptadas por la parturienta, suelen corregir la posición posterior del feto y facilitar que rote a una posición anterior, lo que a su vez ayuda al progreso del parto.
Esta técnica, que originalmente se aplica con la mujer acostada sobre su espalda, puede también ser aplicada por la doula en cualquier posición en la que la madre se coloque (parada, sobre manos y rodillas o acostada).

-Cuando la mujer elige colocarse en posición de genu-flexión (de rodillas e inclinada hacia delante recargada sobre sus brazos), el rebozo puede servir de apoyo para el peso del abdomen, si esto favorece su comodidad. -La pelota para el parto ha suscitado cada vez mayor interés y es muy popular entre las enfermeras-parteras, médicos, doulas y educadoras para el parto, por ser ésta un artículo muy versátil cuando se utiliza como medida de confort para el parto. El rebozo sirve de apoyo para que la madre se siente y pueda moverse libremente sobre la pelota con mayor seguridad y confianza. -Durante la etapa expulsiva, el rebozo brinda un medio de apoyo para "asirse" y realizar los esfuerzos de pujo con mayor efectividad. Cuando la mujer puja en posición semi-sentada, con ayuda del rebozo, se hace más efectivo su esfuerzo a la vez que favorece la relajación de los músculos del piso de la pelvis. -La posición en cuclillas para pujar, es muy efectiva porque se amplían al máximo los diámetros entre los huesos de la pelvis. Una de las ventajas de pujar en posición de cuclillas es que la columna adopta la forma en "C", con lo que el bebé se acomoda y termina de descender por la pelvis con mayor facilidad. El rebozo se utiliza para dar estabilidad a la mujer cuando adopta la posición en cuclillas. -La sabiduría de nuestras mujeres indígenas queda claramente plasmada cuando se hincan para pujar a horcajadas. El rebozo ofrece el medio de sostén para realizar mejor el esfuerzo. No hay que menospreciar la sabiduría interna de la mujer, que sin preparación ni información, sabe exactamente lo que le pide su cuerpo para ayudar en el nacimiento de su hijo. En muchas culturas cuelgan una cuerda para "jalarse" de ésta, al tiempo que empujan a su bebé para nacer. El rebozo sostenido por la partera, asemeja a la cuerda que suelen utilizar.
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Una terapia popular en Yucatán es el k’ax yeet’ o masaje posparto, que se practica a los diez o doce días después del alumbramiento.
Consiste en sobar y atar con un rebozo, por partes, el
cuerpo de la puérpera, especialmente la región abdominal, con la finalidad coadyuvar a la involución del organismo materno, de reubicar la matriz y para cerrar la apertura originada en la espalda, así como para que el vientre desinflame y ceda el dolor.