Cuando nace tu bebé recibes el delicado y placentero privilegio de amarlo, conocerlo y la oportunidad de criarlo entre tus brazos. En esos momentos de intimidad te das cuenta que el contacto físico con tu recién nacido les permite un ambiente en donde aprenderá a hacerte saber sus necesidades más próximas, porque después de haber estado sumergido tanto tiempo en el fluido cálido de tu vientre, su piel, que es su primer medio de comunicación con el mundo exterior, quedará expuesta a toda clase de sensaciones nuevas. ¡Y qué mejor que el contacto con su mamá!

Esto trae una enorme cantidad de beneficios para ambos, pero para una mamá es extenuante, intenso, tu cuerpo ha cambiado y no duermes bien, además de tener que escuchar todos los consejos sobre crianza que puedan existir...

Pero afortunadamente existe el rebozo fular!

Es cómodo, seguro de usar, práctico y super funcional, porque no te complica con correas, cinturones, hebillas o costuras que lastimen.

Además de tener las manos libres, el uso correcto de un rebozo fular te facilita caminar libremente, con una postura equilibrada, minimiza el desplazamiento propio del centro de gravedad al distribuir el peso del bebé sobre tu cuerpo, disminuyendo la presión sobre el abdomen y pelvis después del parto y especialmente en cesáreas. Incluso podrás rehabilitarte con sencillos ejercicios con tu bebé.

Ayuda a reducir el estrés del bebé, no lastima sus genitales, mejora la temperatura, ritmo cardíaco y la buena respiración. 

Puedes amamantar discretamente en lugares públicos con la ayuda de un rebozo, y viajar en el transporte público dejará de ser una dificultad, así como integrar a tu bebé en tus actividades cotidianas.

Porteando con rebozo puedes cargar a tu bebé en múltiples posiciones de acuerdo a sus etapas y necesidades, así tu instinto maternal y sentido común se agudizarán, incluso puede mejorar la depresión postparto, sintiéndote mas segura porque sabes que cuentas con un medio de transporte adecuado para tu bebé, porque con la tela del fular lo proteges del frío, del viento o del sol, e impides acercamientos indeseados protegiéndolo ante cualquier situación.